Mavares cuenta que, medicamentos como el
Sinemet o Mirapex (antagonistas dopaminérgicos que evitan que el
cuerpo de un enfermo con parkinson esté rígido e inmóvil), han
desaparecido de los anaqueles a nivel nacional y esto le ha costado
la vida a tres pacientes en la entidad.
Mueren por la preocupación, porque muchos caen en depresión o porque tienen alguna enfermedad condicionante como la hipertensión que se dispara en medio de la angustia”, asevera el afectado.
Mavares explica que “todos los
meses las pastillas llegaban a Farmatodo y uno sólo tenía que ir y
retirarlas. Ahora no sé cómo vamos a hacer los que dependemos del tratamiento para no perder la capacidad motora de nuestro cuerpo”.
Cecilia Sánchez, esposa de Mavares e
integrante de Fundaparkinson/Lara (institución que se encarga de
ayudar a las personas que tienen esta condición), explica que los
problemas con la dotación de medicamentos no son nuevos.
En 2015 los afectados en la entidad se vieron contra
las cuerdas por la inconsistencia en el suministro de medicamentos.
Tan grave fue la situación que el Gobierno nacional admitió el fracaso
en las políticas públicas y entregó a los Farmatodo la potestad para
vender los medicamentos a nivel nacional.
Este nuevo modelo empezó a
implementarse desde 2016 y todo iba normal hasta el pasado octubre
cuando el medicamento desapareció.
La vocera de la institución aseguró que
importar estos medicamentos es prácticamente imposible pues cada una
de estas cajas tiene un costo de 50 dólares en países vecinos como
Brasil o Colombia. “Al cambio son más de 2 millones 500 mil bolívares y muy pocos, por no decir nadie, tiene el músculo económico para hacer eso cada mes”, concluye la mujer.
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