En un discurso en la Universidad de
Texas en Austin antes de un viaje a México, Argentina, Perú, Colombia y
Jamaica, insistió en que el Gobierno del presidente Donald Trump no
promueve un “cambio de régimen” en Venezuela, pero destacó que sería
“más fácil” si Maduro decidiera dejar el poder por su propia cuenta.
Tillerson predijo que habrá “un cambio”
en Venezuela y destacó que Estados Unidos, cuyas relaciones con el
gobierno socialista en Caracas se han deteriorado sostenidamente, desea
que sea pacífico.
La aprobación de Maduro ha caído a
mínimos por la golpeada economía, una inflación rampante y la escasez de
productos básicos, camino a los comicios presidenciales antes de mayo
en los que buscará la reelección.
“No hemos abogado por el cambio de
régimen o la destitución del presidente Maduro. Hemos abogado por que
vuelvan a la Constitución”, dijo Tillerson cuando se le preguntó si la
destitución del venezolano era necesaria o si Estados Unidos jugaría un
papel en ella.
Sin embargo, sugirió la posibilidad de
que las propias fuerzas armadas venezolanas tomen medidas, pero no
ofreció evidencias de que Estados Unidos tenga información de
inteligencia que respalde esa idea.
“En la historia de Venezuela y, de
hecho, en la historia de otros países de América Latina y América del
Sur, muchas veces los militares son los que se encargan de eso”, dijo
Tillerson. “Cuando las cosas están muy mal y los líderes militares se
dan cuenta de que ya no pueden servir al pueblo, ellos se encargan de
una transición pacífica”, sostuvo.
“Si este será el caso o no, no lo sé”, agregó.
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